Los pacientes de hepatitis suelen perder peso como consecuencia de las alteraciones sobre la absorción de nutrientes que sufren y que afectan a su apetito. Esta pérdida de peso conlleva una reducción de sus reservas de energía y, por tanto, más dificultad en el proceso de recuperación. Por eso, los especialistas advierten que una correcta nutrición es esencial para que mantengan el balance de líquidos y disminuyan el trabajo del hígado.
Alimentos aconsejados
La fuente de proteínas debe venir de carnes blancas como el pollo, el pavo, el conejo o el pescado de fácil digestión. Además, para la síntesis de estas, se ha de aumentar el consumo de verduras, lácteos y legumbres.
Los hidratos de carbono, por su parte, deben ser hidratos complejos. Es decir, aquellos presentes en el arroz, los cereales, la pasta, el maíz, los frutos secos sin sal o la avena. Asimismo, las grasas no deben superar el 30% de su dieta y, preferiblemente, se debe cocina con aceite de oliva virgen extra en vez de mantequilla o aceite de girasol.
Alimentos no recomendados
Como es razonable, las bebidas alcohólicas son lo principal a evitar. Además, se debe reducir considerablemente el consumo de cerdo y ternera, por tener más índice de grasa que las carnes blancas. Las salsas, los azúcares refinados, la bollería, los embutidos y las comidas precocinadas tampoco están recomendadas.
Nutrición en Castellón
Dependiendo de las características de cada paciente y del tipo de hepatitis que padezca (A, B o C), un buen profesional es quien debe aconsejar qué dieta seguir, proponiendo un plan personalizado en cada caso.
En la Policlínica Prades te facilitamos toda la información sobre cómo seguir una dieta saludable, sea cual sea tu caso. Puedes pedir cita online a través de nuestra web o solicitar más información a través del número de teléfono 964 77 23 74.