Consejos para afrontar el final de las vacaciones
- Lo más importante es que afrontes el malestar inicial como algo totalmente normal y recuerdes que será transitorio. Por lo general, esta sensación tan solo se prolongará una o dos semanas y principalmente se debe a los cambios de ritmo que sufre el cuerpo.
- Cuando pienses en los días que estabas de vacaciones recuérdalos con felicidad, alegrándote por todas las experiencias vividas durante los días de descanso.
- Si tienes la posibilidad, acostumbra tu cuerpo a los horarios que deberás seguir antes de empezar a trabajar de nuevo. Para ello, puedes ir levantándote cada día más pronto, desayunar lo que sueles desayunar cuando trabajas y mantenerte activo.
- Incorpora tus rutinas de sueño y alimentación. Se trata de que hagas una transición fácil para el cuerpo: ve acostándote cada vez un poquito antes para reajustar los horarios. Aunque no lo parezca, la alimentación también cumple una función importante. Las comidas y cenas fuera de casa también pueden alterar los mecanismos de nuestro cuerpo y que al volver se vean afectados.
- Si al volver a la rutina sientes que tienes muchas tareas pendientes por hacer, organiza tus prioridades. Siéntate tranquilamente y jerarquiza qué es lo más importante y lo más urgente; planíficate bien y todo saldrá más rodado.
- Si te planteas objetivos nuevos por cumplir, trata de que sean realistas y de que se ajusten a tus posibilidades.
- Retoma las actividades de ocio y los hobbies que habías dejado apartados. Escoge actividades que te gusten, que te resulten placenteras y que te pongan de buen humor. Así, la vuelta después de vacaciones será más amena.
- Y, ¿por qué no? Planea la siguiente escapada para sobrellevar mejor la vuelta a la rutina.
Psicología en Onda (Castellón)
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