Postura del niño
Ponte en posición de cuadrupedia y, lentamente, lleva la cadera hacia atrás apoyando los glúteos sobre los talones y dejando los brazos estirados sobre el suelo. Asegúrate de que las rodillas están a lo ancho de las caderas y los pulgares de los pies se tocan entre sí. Esta práctica ayuda a reducir el estrés y la fatiga, pero, además, estira toda la columna vertebral, los hombros, la zona lumbar y las caderas.
Gato-vaca
Si practicas habitualmente yoga, seguramente ya conozcas este estiramiento. Lo que tienes que hacer es ponerte en cuadrupedia y colocar la espalda recta, poniendo fuerte el abdomen. Cuando inhales, arquea la espalda bajando el abdomen hacia abajo y eleva el pecho con la barbilla mirando hacia el techo. A continuación, exhala mientras contraes el abdomen, redondeas la columna y tu barbilla se dirige hacia el pecho. Unas ocho-diez respiraciones repitiendo este ejercicio son perfectos para flexibilizar la espalda.
Extensión de psoas
Lo que tienes que hacer es dar una zancada al frente con una de las piernas y flexionar la rodilla en un ángulo de 90 grados. La otra pierna debes apoyarla en el suelo, desde el empeine hasta la rodilla. Cuando estés en esta posición, empuja la cadera hacia el suelo y mantén la espalda recta. Este ejercicio es perfecto para flexibilizar el psoas, uno de los principales estabilizadores del cuerpo, cuyo acortamiento provoca problemas de espalda.
Consejos para flexibilizar la espalda
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