- Evita la exposición solar en las horas centrales del día (de 12:00h a 16:00h). Durante estas horas es cuando los rayos solares inciden de forma más perjudicial.
- Aplícate factor solar de protección siempre. No lo utilices únicamente cuando vayas a la playa, a la piscina o a pasear por la montaña. Es importante que te pongas tu crema solar todos los días antes de salir de casa, incluido en los meses de invierno.
- Cuánto más alto sea el nivel de protección solar, mejor. No le tengas miedo a las cremas con un SFP alto. Cuanto más alto sea, durante más tiempo protegido estarás.
- Utiliza gorras y gafas de sol. Una buena pamela o una discreta gorra son el complemento perfecto para proteger tu piel de los rayos ultravioletas. Y si además utilizas gafas de sol para evitar los daños oculares muchísimo mejor.
- Observa tus pecas y lunares. Si notas la aparición de una peca o lunar nuevo o que alguno de los que ya tenías cambia de forma, tamaño o color, acude al dermatólogo rápidamente.
Sabemos que, en muchas ocasiones, las personas toman muchísimo el sol por una cuestión estética. Sin embargo, cabe recordar que la salud es más importante que cualquier factor estético y que, por tanto, es mejor que te mantengas protegido del sol y no te expongas a un posible cáncer de piel de manera innecesaria.
Dermatología en Onda (Castellón)
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