Tanto si te has marcado como objetivo empezar a correr como si ya era uno de tus mayores hobbies desde hace tiempo, debes saber que cuidar de los pies de un corredor es tan imprescindible en un principiante como en alguien con más experiencia en esta práctica. Hoy te vamos a contar qué debes tener en cuenta para tenerlos muy, muy mimados.
Para hacer deporte sin lesiones innecesarias, es importante que te realices un estudio biomecánico de la pisada que te indique cómo pisas y así conocer si hay algún detalle que debas tener en cuenta a la hora de practicar running. Al correr, se provoca un gran impacto sobre la planta de los pies y, precisamente por ello, un especialista en podología es quien mejor te puede aconsejar si necesitas utilizar plantillas personalizadas para corregir la pisada.
Este es un error más común entre los principiantes. No es aconsejable ir a correr con cualquier tipo de calzado que tengamos en casa. Es importante que esté diseñado especialmente para esta actividad, que cuente con una buena suela amortiguadora y que te ofrezca una buena sujección. Y, bajo ningún concepto, estrenes unas zapatillas de deporte un día importante como en una competición. ¿Por qué? Pues porque es imprescindible que primero amoldes las zapatillas a tu pie y a tu pisada y que compruebes que no te hacen rozaduras.
Es crucial que los pies estén bien sujetos y que el pie no “te baile” dentro del calzado. De esta forma, es más probable que evites las molestas ampollas. Por otra parte, utiliza calcetines técnicos y sin costuras para evitar las rozaduras y molestias. Prestando atención a estos dos detalles, verás que se reducen las fricciones y los roces a la hora de correr.
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