La fascia plantar es el tejido grueso que se encuentra en la planta del pie, que ocupa desde el calcáneo hasta la zona metatarsal en el límite de los dedos. Cuando esta parte del pie se tensa o sobrecarga en exceso, se produce la inflamación, conocida como fascitis plantar.
La fascitis plantar es fácilmente identificable debido a que se trata de una dolencia característica en un punto en el que, aparentemente, no se encuentra ninguna articulación ni músculo susceptible de estar dañado. Los pacientes aquejados por la fascitis plantar, presentan un dolor agudo en la zona interna del talón que suele ser muy intenso al levantarse de la cama y suele ir menguando a medida que se camina y la zona aumenta de temperatura.
En los inicios de la enfermedad, el paciente presenta únicamente dolor en los primeros minutos de la mañana o tras un largo reposo. Pero, tal y como nos explica el podólogo de Onda, Pascual Prades, este dolor irá haciéndose más duradero a medida que pase el tiempo si el paciente no acude al especialista.
Aunque la fascitis plantar es un problema habitual que los centros de podología ven día a día, existen personas más predispuestas a sufrir la dolencia según sus hábitos y forma física. Cualquier deportista es susceptible de ejercer presión sobre la zona e inflamarla, y también es más común en pacientes a partir de los 45 años.
Aunque, generalmente, el tratamiento de enfermedades como la fascitis plantar está enfocado a aliviar el dolor, lo correcto sería dirigir el foco hacia la causa de la tensión y la solución de esta. Es decir, si el especialista descubre el motivo de la inflamación, podrá actuar sobre ella y así eliminar la presión.
Lo más recomendable, tanto si el paciente es deportista como si no lo es, sería practicar un estudio de la pisada/ marcha para conocer las posibles anomalías que provocan una pisada irregular. De este estudio pueden revelarse no solo patologías en el pie, sino que puede encontrarse la causa a otras molestias como el dolor de espalda, rodilla e incluso el dolor de hombro.
El tratamiento más efectivo para la fascitis plantar, será la creación, por parte del podólogo, de una plantilla a medida que ayude a compensar la pisada y evite posibles dolores e inflamaciones.
Lo más recomendable aquí es acudir al podólogo y efectuar, si no se hubiera hecho, el estudio de la pisada que reflejará cualquier anomalía. En este caso debemos incidir en que el estudio debe realizarse por parte de un médico especialista. Existen cada vez más tiendas de deporte que efectúan dicha exploración, pero con el objetivo siempre de vender un tipo de zapatillas concreto, lo cual no será efectivo para reducir el dolor provocado por la fascitis plantar.
La clínica de podología fabricará, a medida, una plantilla que corrija la mala pisada y modifique el equilibrio del cuerpo. Esta plantilla podrá colocarse en todas las zapatillas (no únicamente las de deporte) y evitar, poco a poco, la tensión que provoca el dolor de la fascia plantar.
Por último, el especialista de la clínica integral de Onda, nos da unos consejos sobre como tratar, desde casa y siempre bajo supervisión, la fascitis plantar como complemento al tratamiento médico.
Recuerda que el mejor tratamiento es siempre la prevención. Acudir al podólogo ante la mínima molestia ayudará a rectificar la pisada incorrecta a tiempo y evitar así la inflamación. Sigue los pasos del especialista, realiza ejercicios en casa e invierte en calzado adecuado. Notarás la diferencia.
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