1. Rodéate de personas que desprendan energía positiva. Parece que en nuestra sociead no es sencillo encontrarlas, pero solo has de esforzarte un poquito. Además, seguro que tienes en mente a alguien que destaca por sus buenas vibraciones.
2. Quiérete tal y como eres ¡y valórate! Si no lo haces tú, ¿quién lo hará? Es muy importante que te des la importancia que te mereces. En el momento en el que tú te quieres y te valoras, los demás empezarán a hacerlo (si no lo han hecho ya).
3. Disfruta de las pequeñas cosas de la vida y sobre todo de los pequeños instantes. Comer un helado en pleno mes de agosto, o un chocolate calentito en diciembre. Pasear por la playa o por la montaña. Recibir el cariño de tu mascota al entrar en casa. O sentir el abrazo de tus seres queridos.
4. Sé consciente de todo lo bueno que te rodea y no le des tanta importancia a lo no tan bueno. Anota en un cuaderno todas las cosas buenas que te han ocurrido hoy, y agradece al universo lo afortunado/a que puedes llegar a ser. En cuanto a lo malo, puedes anotarlo en un papel muy muy diminuto, para que te des cuenta de la poca importancia que tiene.
5.Céntrate en el presente, deja atrás el pasado y no te adelantes al futuro. ¿Por qué preocuparnos por algo que ya ha pasado o por algo que todavía no lo ha hecho? Enfócate en el aquí y ahora, y lo demás ya vendrá.
Es el momento de pasar a la acción, si no es por ti, que sea por tu corazón. ¡Hazlo feliz!