En este contexto, es tarea de cada consumidor el conocer sus límites y saber qué es realmente necesario y qué no lo es. Aunque a priori no parece una tarea complicada, lo cierto es que la realidad es otra y cuando más nos acercamos a los días señalados, más nos absorbe la ola del consumo irracional.
Para evitar problemas económicos e incluso de comportamiento, nuestra psicóloga de Onda nos ofrece unas pautas de autocontrol imprescindibles para practicar un consumo consciente que debe inculcarse en los niños desde sus primeras navidades.
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El truco de las dos cartas
Una técnica infalible para saber lo que realmente desean tus hijos y qué elementos de la lista están ahí por influencias mediáticas y consumistas, es hacer que tus hijos escriban dos cartas. Una, un mes antes de que llegue la navidad y, otra a dos semanas vistas. Diles que la regla es que solo valdrá aquello que aparezca en las dos listas.
Aquello que hayan recordado en las dos o tres semanas de separación entre cartas, es lo que realmente les hará ilusión.
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Pon límites. Un regalo en cada casa
En España es muy típico que Papa Noel y los reyes magos traigan juguetes no solo en la casa familiar. Las casas de tíos y abuelos también son una visita segura. Por ello, es necesario poner límites. Explica a tus hijos que solo pueden tener un regalo en cada casa (incluida la propia) o tendrán más juguetes nuevos que tiempo para invertir en ellos.
Además, esta técnica ayudará a que estudien más qué es lo que realmente quieren y lo valoren en mayor medida cuando abran los paquetes.
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Un libro, siempre.
Si hay un regalo sin fecha de caducidad y que hará que los pequeños inviertan en tiempo en lugar de perderlo, son los libros. Pregunta en tu librería de confianza cuales son las novedades según la edad y escribe en la carta piezas didácticas que les ayuden a aprender jugando.

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Extras funcionales.
Desacostumbrar a los niños a que la navidad son sólo juguetes, es primordial. Si en alguna ocasión te han pedido esas zapatillas que todos llevan, espera a que se la traigan los Reyes Magos en Navidad. Así, aprenderán a administrar sus deseos.
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Juguetes personales que fomenten la creatividad.
Aunque cada época navideña cuente con un juguete estrella, puede que este no sea el mejor para tu hijo. Obsérvale, escúchale y que pida juegos acordes a su personalidad y que potencien su lado más personal. Si es paciente y metódico, pide un puzzle. Si es creativo, cualquier juego de creación. Si es deportista, ayúdale a fomentarlo… Personaliza sus regalos y no te dejes llevar por los catálogos de los grandes almacenes.
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Juegos sociales de exterior.
El crecimiento de la oferta y demanda de consolas y videojuegos a fomentado el crecimiento de niños tímidos, asociales y solitarios. Aprovecha los regalos navideños como excusa para que salgan a la calle a jugar y necesiten compañeros de actividad. Una manera de fomentar las relaciones sociales que te agradecerán cuando sean mayores.
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El mejor regalo: tu tiempo.
Si preguntaras a tus hijos qué quieren que les regale Papa Noel o Los reyes Magos, posiblemente elaborarán una larga lista de cosas materiales. Pero si les preguntas qué es lo que tu puedes regalarles, pedirán tu tiempo.
En la medida de lo posible, emplea tus ratos libres en jugar con ellos y comparte los regalos de navidad en los días en familia. Seguro que prefieren un juego de mesa contigo que cualquier pieza de última tecnología que no puedan compartir con nadie.
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Hazles saber que son unos privilegiados.
Cada vez existen más eventos sociales que se dedican a recaudar regalos para los más necesitados. Involucra a los pequeños de la casa en alguno de estos actos y hazles saber que no puede haber una gran cantidad de regalos para todos los niños, sino que estos deben compartirse. Te sorprenderás con su aceptación y reacción ya que los niños suelen ser muy inclusivos ante razonamientos lógicos.
Como has podido comprobar, estos consejos son fáciles de seguir. Aquí la responsabilidad recae sobre los padres y, si se cumplen los 8 pasos, se verá reflejada en la actitud de los niños. No olvidemos que la navidad es sinónimo de ilusión y que los niños esperan regalos. Es trabajo nuestro evitar que caigan en el consumismo ofreciéndoles aquellos que les serán realmente beneficiosos para ellos.