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Mantener una correcta higiene es fundamental.
Para mantener tus pies bonitos y saludables debes intentar seguir una rutina diaria, no hace falta hacer nada demasiado costoso, pero si te recomendamos que les dediques unos minutos cada día.
Limpia bien entre los dedos con una esponja enjabonada mientras te duchas, y no te olvides de la planta del pie, los talones y tobillos.
Una vez fuera de la ducha debes secarlos muy bien y aplicarte una crema para manteneros hidratados y así evitar la aparición de grietas o descamaciones. Es aconsejable hidratarlos por la noche para evitar la combinación entre hidratación y sudoración que se produciría si lo hicieras por la mañana.
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Las chanclas, únicamente en la piscina o en la playa.
Las chanclas con tira entre los dedos es la prenda por excelencia en el verano. Abusar de este tipo de calzado no es lo más adecuado tanto por la falta de sujeción como por la acumulación de humedad en la planta del pie, ya que que fomenta la aparición de hongos y verrugas.
Si quieres cuidar de tus pies este verano, usa las chanclas con moderación y no para tu día a día.
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Cuidar de los callos de los pies.
Los callos son esas zonas donde la piel se vuelve más gruesa y dura como consecuencia de una elevada presión o fricción. En los pies suele aparecer por utilizar un calzado inadecuado y pueden llegar a producir dolor.
Un buen consejo para empezar a eliminar estos callos es disponer en casa de una piedra pómez con la que raspar esta callosidad, esto facilitará la eliminación de la piel muerta y seca y suavizar la zona.
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Las uñas, siempre a punto.
Si quieres lucir unas uñas sanas y bonitas, debes dedicarles un poco de tu tiempo a su cuidado. Es importante que las cortes de forma correcta, las uñas no deben ser demasiado cortas y deben cortarse de forma recta, así evitaremos el intenso dolor de las conocidas uñas encarnadas.
Abusar también de los esmaltes de uñas tampoco es bueno ya que impide una correcta transpiración.
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Agua con sal para los pies, un consejo ancestral.
Este remedio casero tan conocido, sirve para descansar los pies y revitalizarlos. También podemos neutralizar los problemas de sudoración y suavizar las diferentes durezas o callos que puedan presentar nuestros pies.
Después de un largo día, tus pies van a agradecer que los mimes, prepárales un baño de agua con sal y haz que se sientan mejor.
Si sientes algún dolor en tus pies es importante que busques atención médica, seguir caminando con un pie dolorido puede agravar el problema. Es muy importante conocer la causa por la que se produce el dolor o por la que aparece cualquier anomalía en el pie. Por ello en nuestra clínica integral de Onda contamos con especialistas en el servicio de podología que te ofrecerán un tratamiento individualizado para mantener tus pies a punto. ¿En qué te podemos ayudar?