Afortunadamente, la presión arterial puede medirse de manera sencilla en las visitas rutinarias al médico familiar o incluso en la farmacia. La exploración, en la que se coloca una banda alrededor del codo del paciente; dará como resultado dos números. El número más elevado pertenecerá a la presión arterial sistólica. Por su parte, el numero inferior es la llamada presión arterial diastólica. Estaremos hablando de hipertensión cuando ambos valeros sean elevados. Si sólo uno de ellos lo es, será un indicio de tensión descompensada.
SÍNTOMAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL:
Aunque existe una elevada cantidad de personas que sufren hipertensión arterial, no todas lo conocen. El motivo es que no existen síntomas específicos que caractericen a la enfermedad, sino que se dan un cúmulo de dolencias que son fácilmente atribuibles a un sinfín de diferentes enfermedades comunes.
A continuación, detallamos los síntomas más habituales para que sea más fácil el diagnóstico cuando se acuda al médico de familia. Además, esta pequeña lista ayudará a identificar al paciente si debe acudir al especialista.
- Dolores de cabeza
- Respiración con dificultad, acompañada de dolores en el pecho.
- Mareos
- Pulsaciones elevadas sin actividad física
- Fiebre

CAUSAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL:
La tensión tiende a aumentar con la edad, siendo especialmente comunes los valores elevados a partir de los 40 años. El motivo es que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos a medida que el organismo envejece, lo que impulsa la tensión arterial.
Pero no solo la edad influye en esta enfermedad, sino que existen causas determinadas que pueden influir significativamente en la hipertensión arterial e incluso ser los principales detonantes de la dolencia.
Los malos hábitos suelen estar presentes en las causas de la inmensa mayoría de enfermedades no patológicas. Por ello, deberán evitarse en todos los casos, no sólo cuando se haya diagnosticado hipertensión arterial. Aún así, hemos elaborado una lista de las principales causas que influyen directamente en el aumento de la tensión.
- Fumar
- Exceso de alcohol.
- Falta de actividad física
- Sobrepeso y obesidad
- Abuso de sal en las dietas, presente generalmente en la mayoría de los alimentos procesados.
- Estrés y ritmos de vida elevados que suponen una alta presión tanto física como psicológica.
- Diabetes
- Enfermedades renales
- Antecedentes y fisionomía genética.
PRUEBAS MÉDICAS RELACIONADAS CON LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Como hemos dicho anteriormente, la prueba que indica la presión arterial es sencilla, de diagnóstico instantáneo e indolora. Si el resultado de la exploración indica que el paciente sufre hipertensión arterial, será recomendable aplicar exploraciones más específicas para conocer datos más completos sobre la salud y el origen de la dolencia:
- Examen ecográfico del corazón (ecocardiografía), y de los vasos de las piernas y cuello.
- Electrocardiogramas orientados a pruebas de esfuerzo.
- Medición de la presión arterial a largo plazo y seguimiento de los hábitos generales del paciente.
- Exploración del endocrino para conocer a que nivel la alimentación afecta a la tensión arterial.
RECOMENDACIONES PARA BAJAR LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Eliminar los malos hábitos cotidianos será uno de los consejos generales que deberán seguir los pacientes con hipertensión arterial. Específicamente, las pautas a seguir, según el médico familiar de la clínica integral de Onda, Policlínica Prades, son:
- Dejar de fumar: El tabaco aumenta la presión arterial en gran medida, por lo que eliminar totalmente el hábito de fumar, será más efectivo que cualquier medicina específica para curar la hipertensión.
- Eliminar o reducir drásticamente la ingesta de alcohol: La presión arterial aumenta con las toxinas del alcohol. Además, esta bebida afecta también a otros órganos directamente relacionados con la enfermedad, como el corazón.
- Hacer más ejercicio y controlar el peso: El sobrepeso es otra de las causas más comunes de la hipertensión arterial. Rebajarlo, comer sano y realizar actividad física al menos 3 días por semana, reducirá la presión de las arterias y, por tanto, la tensión arterial.
- Acudir periódicamente al especialista para seguir tratamiento farmacológico: Dependiendo del origen de la enfermedad de las arterias, puede que las recomendaciones anteriores no sean suficiente. Para este tipo de casos, se necesita una ayuda extra con fármacos específicos que ayuden a mantener la tensión equilibrada y que no suponga un riesgo para la salud.
Recuerda, prestar atención a tu organismo para detectar posibles irregularidades y acudir a tiempo al especialista, puede evitar males mayores. Conseguir bajar la hipertensión arterial depende en gran medida de cada paciente. La constancia, unida a la profesionalidad médica, puede marcar la diferencia con este tipo de diagnósticos. Acude a tu médico con asiduidad para realizarte controles generales. No cuesta nada y puede ayudarte mucho.