Empieza por entrenamientos suaves
Dependiendo de tu estado físico inicial, puedes empezar haciendo recorridos de unos 30 a 60 minutos en bici con una frecuencia de 2 a 4 veces por semana. Así, conseguirás la forma que necesitas para ir subiendo la intensidad en las siguientes semanas.
Cadencia del pedaleo
En llano, busca hacer las las 90-100 pedaladas por minuto y unas 60-80 en subida. Ir a un ritmo estable mejora la resistencia. Piensa que no sirve de nada que empieces a una gran velocidad si no eres capaz de mantenerla a lo largo del entrenamiento. Por eso, te recomendamos que empieces a una velocidad que controles y, si ves que es necesario, en el siguiente entrenamiento puedes subir un poco más.
Recorridos
En la medida de lo posible, intenta empezar haciendo recorridos llanos con la menor cantidad de cuestas que puedas. De estas forma, tus pulsaciones no subirán demasiado al principio y controlarás mejor el ritmo que te has marcado.
Alimentación
Cuida tu alimentación y sigue una dieta variada, equilibrada y basada en alimentos lo menos procesados posible. Y, sobre todo, no evites los carbohidratos, ya que tu cuerpo los necesitará como fuente de energía.
Descanso
No te olvides de descansar, pues es esencial. Además de la carga del entrenamiento, también debes contar con el agotamiento de la vida social, laboral y familiar. Descansar unos días entre semana hará que los entrenamientos que sí realices sean más efectivos y que, por tanto, mejore tu condición física. Eso sí, no te tomes este consejo como excusa para ser perezoso, recuerda salir tus 2-4 veces a la semana.
Contamos con un servicio de biomecánica para ciclistas a vuestra disposición para que pongas tu bicicleta a punto y optimices los entrenamientos lo máximo posible. Si necesitas consejo profesional, siempre puedes pedir cita online a través de nuestra web o solicitar más información a través del número de teléfono 964 77 23 74.